Conforme nos hacemos mayores, la salud bucodental y cuidar adecuadamente nuestros dientes cobrará aún más protagonismo en nuestras prioridades. Todo cambia a medida que envejecemos, incluida nuestra boca, y si no nos hacemos revisiones dentales con regularidad será más difícil identificar problemas a tiempo y evitar diagnósticos más graves.
¿Qué le pasa a nuestra salud bucal cuando nos hacemos mayores?
- El deterioro de las superficies dentales y la aparición de caries pueden ser comunes cuando avanzamos en la edad adulta. Es importante evitar una mala alimentación y una higiene bucal ineficaz. Usar pasta de dientes con flúor, hilo dental y visitar al odontólogo dos veces al año ayudarán a prevenir su aparición.
- Las encías empiezan a retraerse exponiendo zonas del diente que no están protegidas por el esmalte y que tendrán una mayor sensibilidad a alimentos y bebidas frías o calientes. Una consulta con el dentista puede hacer que estos efectos desaparezcan o disminuyan.
- La enfermedad de las encías es un trastorno potencialmente grave que afecta a personas de todas las edades, pero especialmente a aquéllas mayores de 40 años, y que puede ser estabilizada si se identifica en sus primeras etapas.
El estrés, el tabaquismo, una dieta inadecuada o una higiene bucal deficiente son factores que pueden aumentar la gravedad de esta enfermedad, que a su vez influye en enfermedades como la diabetes o algunas afecciones cardíacas, y que, por tanto, deberemos vigilar.
- Las prótesis dentales están diseñadas para facilitar la vida a las personas mayores, pero requieren cuidados especiales, por lo que las visitas periódicas al odontólogo son igualmente imprescindibles.
- Las visitas semestrales al dentista son imprescindibles si queremos mantener una buena salud dental e identificar a tiempo cualquier tipo de problema. Además, es recomendable hacerse una limpieza dental profesional de forma periódica, según valoración de su odontólogo, que complemente nuestra limpieza habitual.
Si nuestra rutina dental habitual sufre modificaciones y experimentamos dolores en los dientes sin razón aparente o sangrado en las encías durante el cepillado, si nuestra sensibilidad a la temperatura de las bebidas y alimentos aumenta o notamos nuestros dientes flojos… esto significará que debemos visitar a nuestro dentista, independientemente de si ya hemos hecho nuestra visita semestral.
La salud dental es primordial en cualquier etapa de nuestra vida y mantenerla en buen estado será más fácil si adoptamos hábitos bucales sanos en casa, tomamos decisiones inteligentes sobre nuestro estilo de vida y acudimos al dentista con regularidad.